Guerra Banita
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Guerra Banita
Todo comenzó con la masacre en el Templo de Sune de Colosus, antigua capital del Imperio, que derivó en la clausura de otros o el abandono por miedo a la persecución banita que se había iniciado contra la diosa y sus seguidores. Con el culto a Bane visto como deidad indiscutible del Imperio y de Arthena, Colosus declaró la guerra a la ciudad vecina de Rhodesia, aunque no de forma abierta. Rhodesia atravesaba una época de continuas desgracias, toda ayuda era bien recibida, el Imperio vio en esta necesidad la oportunidad de introducir soldados en la ciudad sin llamar la atención. Lo que en principio sería un regimiento de apoyo a la guardia de la ciudad, llegado el momento se convirtió en un fuerte enemigo tras cada esquina. Aunque las fuerzas del imperio fueron expulsadas, estas causaron numerosas bajas y un duro golpe a la moral de Rhodesia. Poco después se sabría que un noble rodeshí que había propiciado la entrada de este "regimiento de apoyo" en la ciudad se trataba en realidad de un poderoso Liche. No se sabe a ciencia cierta, o no ha trascendido, la unión que existía entre este Liche y el Imperio, pero trabajaron codo con codo el tiempo que duró la guerra mientras la guardia y otros aliados de Rhodesia buscaban la forma de acabar con el no muerto.
El Imperio destruyó Bastión de Piedra al poco, obligando a los supervivientes a refugiarse en Rhodesia. Como represalia los rhodesíes tomaron la capital de su imperio, Colosus, haciendo a los banitas retirarse al sur hasta Imperia. Entretanto, el liche se las ingenió para lanzar una poderosa maldición sobre los campos de Rhodesia, creando un profundo malestar en una población ya golpeada por los estragos de la guerra.
Ciudad Mercantil, por su parte, se mantuvo apartada de la guerra lucrándose por ambas partes, aunque la fortuna no les sonreiría para siempre.
Los elfos de Rylin y los bárbaros de Haävengard se unieron a Rhodesia en una Alianza contra el imperio, pues de alzarse estos últimos victoriosos se convertirían en una amenaza para toda Arthena. Mientras se forjaba la Alianza los banitas optaron por la unión con el conocido demonio Vorzaäk, si es que se le puede llamar unión, pues cada cual tenía sus propios intereses ocultos y su supuesto aliado no era más que otra pieza de su tablero, prescindible llegado el momento.
Vorzaäk lograría poseer a la reina rhodesí Christin, sumiendo a la ciudad en una época oscura de persecuciones y ejecuciones sin sentido alguno. Una situación cada vez más insostenible que obligó a gran parte de la guardia y el pueblo a abandonar Rhodesia y buscar refugio en la conquistada ciudad de Colosus. Simultáneamente, el Imperio tomó Ciudad Mercantil por la fuerza, acabando con su buena fortuna.
Colosus, ahora último reducto rhodesí, fue atacada por ambos frentes: al sur por Imperia y al norte por la propia Rhodesia. Esta situación llegaría a su fin cuando los exiliados se adentraron en Rhodesia hasta el propio castillo dando muerte al demonio y, para desgracia de estos, a la reina. Poco después el coronel de la guardia, Sir Redoran, sería asesinado y el mando recaería en el Consejo y la coronel Lady Seelye.
Retomado el mando de todas las fuerzas rhodesíes y con ayuda de sus aliados le tocó el turno ahora a Ciudad Mercantil, que sería también reconquistada y los banitas expulsados.
Cambiadas las tornas, con último bastión banita en Imperia, todas las fuerzas aliadas unieron sus fuerzas en un demoledor ataque final contra la capital imperial. Finalmente, la guerra terminó e Imperia pasó a ser gobernada por Rhodesia.
Cabe destacar que durante la guerra el Liche Semrith, aunque derrotado en varias ocasiones, se enfrentó al viejo Svengard en duelo y dio muerte a este. No sería destruido hasta la destrucción de su filacteria por parte de un pequeño grupo de guardias que se adentró hasta las criptas del castillo imperial.
DM_Munchkin- Admin
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