Historia de Dukar, de Ningún Lugar

por Thorbard Lun Abr 22, 2019 10:10 pm

Cuenta: Thorbard
Nombre: Dukar
Sexo: Masculino
Raza: Semiorco
Alineamiento: Caotico Neutral
Deidad: Gond
Clases: Guerrero
Historia:

Dukar nació en el seno de una tribu harto extraña. Se trataba de una tribu de orcos pequeña en número y maltratada por una reciente epidemia.
En un inusual alarde de proezas diplomáticas, la tribu acabó fusionandose con otra de humanos salvajes, también castigados por la epidemia y al borde de desaparecer, cobijandose en la fuerza del número para sobrevivir.

Sorprendentemente esto funcionó, por alguna extraña razón, y la tribu híbrida prospero, no tardando mucho en nacer los primeros mestizos.

Al cumplir los 12 años, cómo todos los demás, Dukar tuvo que enfrentarse a las pruebas del rito de paso, para demostrar que era ya un adulto. Y cómo era ya costumbre en la tribu mixta, las pruebas debían pasarse por parejas, asignando a cada orco un compañero humano y viceversa.

Por desgracia, la personalidad egoista de Dukar le traicionó. Su compañero acabó herido en una de las pruebas y queriendo ganar a toda costa, Dukar le abandonó para que muriera.

Ésto no gustó nada al caudillo de la tribu, ni al chamán. Aleccionaron a Dukar de que las pruebas debían enseñarle que nadie sobrevive en solitario, que la unión hace la verdadera fuerza y que es necesario ayudarse entre todos.
Dukar les llamó cosas desagradables. El caudillo le desterró de por vida. El chamán le despojó de su nombre, le prohibió mencionar jamás el nombre de su triibu o los de sus miembros y le impuso su nuevo nombre cómo castigo. Dukar, "Aquel que no tiene hogar", para que todo orco, o cualquiera que hablara su idioma, supiera de inmediato que era un paria desterrado.

Vagó durante meses por las montañas y se estableció un tiempo en una pequeña aldea cerca de Aguasprofundas, pero aún no ha encontrado un lugar al que llamar hogar, o una gente a la que llamar hermanos.

Tras eso, decidió vagar por el océano, de isla en isla, pasando un tiempo en cada lugar en el que se lo permitieran.

En el último archipielago que estuvo, Arslan, ganó unos pocos amigos, así como algunas técnicas de combate desconocidas para su primitiva tribu.

Vistiendo acero, ha llegado a Arthena, con la inención de que sea su última parada, para bien o para mal.

Cada día se le hace más dificil que el anterior, pero no pierde la esperanza. Al fin y al cabo, las dos únicas criaturas más tercas que las mulas, son los enanos y los orcos motivados.